Anita metió los dedos en el enchufe y no sintió los millones de voltios que recorrieron su cuerpo.
¡Pobres voltios!
Nunca habían salido del enchufe y muchos murieron sólo al proyectar una película porno.
¡Pobres voltios!
Nunca habían salido del enchufe y muchos murieron sólo al proyectar una película porno.
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