EPIFANIO DEL SEÑOR DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD DE DIOS Y LA VIRGEN Y LA CASTIDAD DE LOS ÁNGELES Y ARCÁNGELES Y QUERUBINES Y SERAFINES AMÉN

Hoy es la exposición fotográfica sobre la vida del empresario turístico eslovenio Epifanio del Señor de la Santísima Trinidad de Dios y la Virgen y la Castidad de los Ángeles y Arcángeles y Querubines y Serafines Amén. Nació en los tranquilos parajes del sur de Eslovenia, en plena época de la guerra limítrofe entre Bolivia y Chipre. Sus padres eran ateos, pues la Iglesia Católica los excomulgó por comer chorizos. A muy temprana edad, Epifanio aprendió lo que era la geografía de su región, y se interesó por conocer más sobre su país y sobre las otras naciones. A los 13 años viajó con su curso a Sudáfrica, donde un grupo de protestantes los atropelló, dejándolos tetrapléjicos y deshollados. Cuando Epifanio estuvo en el hospital, la enfermera le dejó caer por error un balde lleno de ácido sulfúrico y otro de aceite hirviendo, dejándolo con profundas quemaduras en hartos grados y en coma por cerca de 17 años. Cuando Epifanio despertó, ya estaba recuperado y se enroló en el ejército polaco para luchar en la batalla de Washuweishon, en el desierto de Australia. Fue ahí donde quedó abandonado en el desierto y descubrió su vocación de promover los recursos turísticos de los países que iba visitando. Lamentablemente un escorpión venenoso lo picó en la pierna, lo que le provocó una necrosis general en la poca piel que le quedaba, además de una insolación que lo mantuvo desmayado durante 13 días, hasta que una pareja de puritanos lo encontró y lo llevó a su casa para cuidarlo. Cuando ya estuvo sanado, los puritanos lo torturaban día y noche par purificar su cuerpo y alma. Lo hacían arrodillarse en navajas oxidadas, le rallaban el cuerpo y le echaban jugo de limón, y lo alimentaban con sal sin darle de beber por 5 días.
Después de 38 años de tortura, Epifanio logró escapar y fue a estudiar a la Universidad de los Ositos, UCINF, la carrera de hotelería y turismo. Logró recibirse sin problemas, salvo unos 138 by-pass, 48 ataques hepáticos, 72 ataques cardiacos y 901 fracturas craneales, entre otras anécdotas. Después de haber aumentado un 50,4% el ingreso turístico anual de 36 países de América latina y África, a los 81 años recibió el Premio Nobel de Turismo. Donó su premio a los niñitos cantores colgantes de Babilonia, los que le dedicaron un concierto en su honor. Lamentablemente, la voz de los niñitos era tan aguda, que los tímpanos de Epifanio estallaron. Los niñitos, asustados, le lanzaron agujas quirúrgicas y alfileres de costurera judía a los ojos. Al ver la sangre, los niñitos, aterrados, le arrancaron las cuerdas vocales y le cortaron las orejas. Epifanio murió resfriado a la edad de 90 años.
No se pierda la exposición, de regalo por la compra de su entrada, un juego de agujas y alfileres para coser.