PAUL PAICO

Hoy es la final del concurso infantil “Pintemos las orgías más aberrantes de Alejandro Magno”, a beneficio de los trabajadores sexuales de Pompeya, cuyo LXIX simposio se realizará en el aniversario de la muerte cerebral del genetista alemán y mezclador de cementos Paul Paico. Nació en la República Teocrática de Bohemia, en plena guerra civil entre sartrianos y nietzschanos. Hijo de una familia multimillonaria, vivió feliz hasta los 17 años. Lamentablemente, su padre perdió todo su dinero y sus bienes por perder una apuesta de dominó francés. Sin tener como pagar su apuesta, vende a su hijo como esclavo a la reina Sadoma Soka de Sierra Leona. La reina lo utiliza como esclavo sexual por las noches, y durante el día, Paul mezclaba el cemento, que era utilizado para construir pequeños pedestales de esculturas de cerditos de tres patas, símbolo fálico de los sierraleoneses. También se dedicó a estudiar medicina, especializándose en genética. Un día, cuando le estaban dando latigazos por haberse burlado del maquillaje del príncipe, uno de los verdugos le contó a otro un sueño, el cualPaul interpreta. Luego de eso, es llevado donde la reina, que le contó el siguiente sueño: Una papa y una remolacha con tutú estaban hablando de física nuclear, de repente, llega un apio y mata a la papa con un berro. El apio amenaza a la remolacha y le dice: “llegará el día. Cuatro veces no. ¡Me sentaré sobre una estufa y cantaré rancheras, pero cuatro veces no!”. La remolacha llora y da a luz una bacinica. De la bacinica sale un caballo gordo y siete vacas flacas, que se comen al apio. Un budista se desmaya."
Paul interpretó el sueño, diciéndole a la reina que se le iba a encarnar la uña del dedo índice del pie izquierdo. La reina lo considera un hereje y manda a que le fracturen las extremidades y a que le destrocen la columna. Como los verdugos no se acordaron de lo que la reina les pidió, además le sacaron los ojos, lo castraron y le cercenaron los labios. Además, le dan a comer arena con vidrio. Como se le rompieron los dientes, decidieron inyectarle el vidrio vía intravenosa. Después de veinte días, la reina decide perdonarlo. Lo bañan, desparasitan y le cortan el pelo. Tristemente, el peluquero era un psicótico y le corta las orejas, la nariz y la mitad de la cara. Luego de eso, el peluquero se suicida. La reina manda a castigar a Paul, porque lo responsabiliza por la muerte del peluquero y ordena que lo descueren y lo hundan durante 23 minutos y medio en jugo de limón con sal y un poco de anís. Al salir, Paul sufre un derrame cerebral y queda en coma, conectado a un respirador artificial.
Las primeras 20 personas en llegar, recibirán uno de los tubos de oxígeno gratis de Paul Paico.